Lo expresado en el título es una prueba de como se infringe la voluntad y libre albedrío del usuario, como también nuestro derecho a elegir. Para las grandes corporaciones se legisla convenientemente, pero para el pueblo, el usuario, ¿cuando? Por último, Google nada hace al respecto, porque entiendo que el primer perjudicado es precisamente Google Chrome, o lo toleran por alguna razón que imagino. Pero me abstengo de expresar por carecer de pruebas.