El vídeo reproduce 25 imágenes por segundo, que en la jerga se conocen como frames y que son fotografías que se suceden para dar sensación de movimiento. Pero se pueden grabar muchas más. Eso sí, como luego se reproducen 25 por segundo, cuántos más frames se graben, más lenta se reproducirá la escena: si se graban mil, por ejemplo, los 25 primeros serán casi idénticos y el movimiento estará casi congelado. Por otra parte, cuantas más imágenes se registren en el mismo periodo, menos tiempo abarcará cada una de ellas. De ahí que los frames grabados más rápidamente se caractericen por ser fotos en las que la escena está más congelada: si cada frame contiene un movimiento de un segundo, no es posible captar la foto exacta del mecánico con las manos en el parabrisas. Pero los ingenieros han ido más allá: hay una cámara que graba 4,4 billones de frames por segundo para escrutar procesos ultrarrápidos, como el de un láser industrial.